La crisis socioambiental que vivimos muestra la debilidad de todas nuestras certezas metodológicas, epistemológicas y ontológicas, y nos enfrentan a la necesidad de pensar otros modos de vincularnos con lo que nos rodea. El modelo de producción dominante, aun en sus formas más democráticas, despliega una política que produce vidas desechables, es por eso que nos desafía a pensar alternativas, a elaborar estrategias de transición que marquen el camino hacia una sociedad post-extractivista, que habiliten otras miradas en la relación con la naturaleza. Se trata de una tarea particularmente pertinente para las prácticas artísticas, sobre todo aquellas que abiertamente exploran los límites entre el arte y la lucha socioambiental activando movimientos especulativos, de empuje a los límites estéticos, políticos y epistemológicos.

Invitamos a presentar trabajos que aborden el vínculo entre prácticas artísticas y lucha socioambiental: ¿Qué estrategias y modos de interpelación política subyacen en estas experiencias artísticas? ¿De qué modos estas prácticas se constituyen como espacios potencialmente democratizadores? ¿A través de qué mecanismos, recursos o sentidos impugnan al extractivismo? ¿Cómo se articulan diversas tradiciones y contaminaciones entre lenguajes estéticos en estas experiencias? ¿Cuáles son los aportes de las prácticas artísticas a la lucha socioambiental? ¿Cómo pensar el potencial político de estas prácticas? ¿De qué modos las prácticas artísticas activan la imaginación política en tiempos de urgencia ambiental?